Si bien la estructura mental de un bienhechor es mantener una línea estrecha con el sacrilegio del ritual social y del buen compendio de pertenencia a nuestro incursionar activo, esta actives reside en la omnipotencia necesaria para consolidar el halago verosímil para estrecharlo a la inquietud magisterial del devenir. Así mismo, estos halagos coinciden con los postulados sistemáticos, caracterizados por el indeciso efecto de la reminiscencia social al sentido dialectico de la conciencia pérdida.
Integrante de la conciliación onírica por estruendo. Mi afán por la letra, que si bien o mal protagonice la corrupción de la norma social por clarividencia introspectiva. Así mismo, propuse relacionar un compañerismo a una escala de macrofilia, con un resultado que establecía el interés olvidado por el corpulento marco social. Si bien este rechazo que expresó el dinamismo de mi relación con la bulla comunal del individualismo social, se ramifico en la búsqueda de un estado personal que fuese conducto a la orden de la expectativa de mi demanda, si bien este cuadrante tuvo un desarrollo de expresión al albedrío de la inspiración por causas del acto: El conciso de letras.
El conciso de letras es la fundamentación de la expresión perdida con la sociedad, es el misterio de mi personalidad a rellenos de la lingüística, es la llave del infierno que rompe las cadenas del paraíso para conducir a la condena de las ideas de flexión del Alma, un extraño mundo visto por un niño que cerraba sus ojos y veía la orientación del universo con las imágenes que ahora he perdido. Más el recuerdo conlleva al sonambulismo empírico y la vigilia de los sueños, he ahí la corpulencia del enredo, más no la causa de la búsqueda. La causa de la búsqueda es el Perfecto Amor.
Así que a través de las ilusiones propiciadas por el abolengo de la causa arcana; revocada a la locura, me digo que soy la inercia del error, que por procedimientos antagónicos resume la comprobación del espejismo de la probabilidad en una media subterránea del Tiempo. Donde en esta condolencia, los objetos primarios residen en el amor y la perfección, más los secundarios, dan origen a tal existencia: el error y la tradición dinámica. Que por afición crea la inercia especular del error (Destino). Entre estas contradicciones me he formado y la conlleva es un tratado fatalista de mi creación: El perfecto amor.
Un perfecto pretexto al error de mi vida…